jeudi 25 novembre 2010

4.

- "Brunette..." Así. Saborea mi nombre.
Ella está tumbada, mojada en la hierba, ocultándose del mundo, dándole la espalda. A unos metros, la contempla, respirando su propia tensión, muriendose de ganas de abrazarla y trepar por su pelo. En medio de la nada, en medio de todo. Podría estar horas mirándola, y extender la mano hasta que ésta huyera temblorosa y asustada. Puede oirle sollozar, e imaginar sus lágrimas barriendo el maquillaje en su rostro. Y entre ellos baila la distancia, con zapatillas de ballet, perfecta, entre dos desconocidos que se conocen a la imperfección, correctos anónimos que intercambian el alma.
Quiere acercarse a ella y contar mentiras, decir "para siempre" y excusarse de antemano con una " a veces me equivoco. Dejar que ella le bese despacio con la mirada. Pero tiene miedo, miedo de sí mismo, a no ser valiente, a no ganar un reto al destino -¿capaz o incapaz?- Tiene miedo de que le tiemblen las piernas.
Se acerca, y simplemente se enrosca en el suelo y se agarra a sus piernas, amarrado por la confusión.
-Brunette




















(No se que me ha dado con pensar en gente queriendose, gente que se quiere y lágrimas. Hoy dibujé a Brunette, y una cajita de latón de la que os hablaré más adelante. Es lo que tiene que un profesor conformista te intente convencer de cosas que tu tienes ya muy muy claras, y solo por que pone en la agenda "día contra la violencia de género". un beso,)

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